Al filo de La Victoria
se detiene un lustroso automóvil. Dos bocinazos pero nadie asoma. Un rubio
corpulento abandona el timón, va hacia la puerta, se impacienta con el timbre.
¡Ya, voy! La una de la tarde, Plácido, apura. ¡Ya voy hombre! ¿Terminaste de almorzar,
hijo? Sí, tengo que salir. ¿Nada más vas a comer? Plácido Galindo recoge al
vuelo su maletín. Nada más, mamá. Mejor ligero para el partido que comienza
dentro de una hora. Cuídate. Sí, claro. No te vayan a estropear. Afuera sonríe
el rubio Eduardo Astengo. ¿Estropear? ¿A Plácido? ¿Al Doctor Chanca? Sube
viejo, tanto protestas por la falta de puntualidad en los entrenamientos y
justo hoy tenías que demorar.
Eduardo Astengo y Plácido Galindo: El Toro y El Doctor Chanca. |
Plácido Galindo Pardo era su nombre completo. Nació el 09 de marzo de 1906. Rostro
afilado, cejas hirsutas, mentón obstinado. Parecía pariente de un gavilán. A
primera vista, se le notaba de contextura endeble. Poseedor de una recia personalidad aunque se le notara algo
introvertido. Dueño y defensor tenaz de su verdad. En la cancha pundonoroso y
valiente; a veces algo violento a la hora de marcar. En su posición de mediocampista
central (half centro como se decía en esa época) su presencia siempre fue
destacada gracias a su buen dominio de balón y al excelente panorama que
poseía a la hora de distribuir juego desde su posición lo que disimulaba la
lentitud de su desplazamiento.
Su padre, hombre austero y respetado por los vecinos de la Alameda Grau, había fallecido un accidente de caballería en Barranco.
La adolescencia de Plácido no fue triste aunque sí marcada por la disciplina,
el anhelo de vencer y la entrega al trabajo. Esa misma disciplina fue la que lo
inclinó a dedicarse con mucha dedicación a la vida deportiva. Por ironías de la
vida, su casa había funcionado por un tiempo como local del entonces conocido
como sport alianza (hoy alianza de lima) pues su padre era muy allegado a ese
equipo. Plácido dio sus primeros pasos en el fútbol jugando por el equipo
infantil aliancista. Luego llegó a su equipo juvenil, más nunca se sintió
identificado con ese club. No siguió más ahí. Dejó el fútbol y se alistó para
iniciar su vida universitaria.
A inicios de la década del veinte cuando estudiaba Letras en
la Universidad Mayor de San Marcos se realizaron los primeros campeonatos
interfacultades de los cuales nacería, el 07 de agosto de 1924, la Federación
Universitaria de Fútbol. La naciente “U” iniciaba su gloriosa historia deportiva el día
domingo 19 de octubre de 1924 en un encuentro amistoso ante el Y.M.C.A.
(Asociación Cristiana de Jóvenes) y un jovencísimo Placido Galindo
integraba, ese día, la banca de suplentes junto a Maldonado y Arce.
Como jugador, Plácido Galindo defendió la camiseta de la “U”
desde 1924 a 1933. En el inicio de aquel periodo, junto a sus demás compañeros
universitarios, luchó para que fueran admitidos en la primera división del
fútbol peruano. De 1925 a 1927 realizaron encuentros amistosos contra una serie
de equipos tanto capitalinos como de provincias. No faltaron incluso algunos
encuentros amistosos contra equipos de Primera División como los que sostuvieron
contra el José Gálvez y el Association.
Mientras los universitarios pugnaban
por ingresar a la élite de entonces del fútbol nacional, los campeonatos de la
primera división de los años 1926 y 1927 fracasaban en su organización y muchos
de sus competidores se retiraban a mitad de dichos torneos los cuales
posteriormente la Federación Peruana de Fútbol no los incluyó más dentro del
historial de sus competiciones oficiales. Pero para 1928, con un torneo mejor
organizado, se pudo dar inicio al primer torneo oficial organizado por la FPF y
este incluía por fin a la Federación Universitaria de Fútbol. Ya para ese año, Plácido se había consolidado no solo como
titular indiscutible dentro del equipo estudiantil, sino también como uno de
sus más respetados líderes junto a De Las Casas, Astengo y Rotta. Ya habían
conseguido el objetivo de que los incluyan en el Campeonato de Primera División
pero no se querían quedar solo en eso.
¿Y ahora? A ganar.
¿Cómo? Entrenando fuerte. ¿Pero dónde? Plácido Galindo no se detenía ante
pequeñeces. Consiguió prestado nada menos que el Estadio Nacional. Todos los
días. Y la antigua tribuna de primera, para instalar dormitorios debajo de los
asientos. Taparon los huecos, el Gimnasio de San Marcos prestó colchonetas, de
alguna parte obtuvieron catres. Cada jugador llevaría sus sábanas y su frazada.
¿Para qué? Para dormir aquí, anunció Galindo, desde hoy estaban concentrados.
¿Todo el año? Sí. Hasta salir campeones.
Ya instalados en el Estadio Nacional gracias a la gestión de
Galindo, los jóvenes universitarios se las ingeniaban para llevar agua en balde
y llenar el tanque cercano a su nuevo alojamiento. De noche iluminaban la
estancia con lámparas de kerosene pero no por mucho tiempo pues tenían que
acostarse temprano. Se levantaban a las cinco y media de la mañana y como quien
calienta cuerpo iban y venían con los baldes de agua hasta llenar el estanque.
Plácido había llevado su vitrola y todos contribuyeron con discos. Al ritmo del
one step y fox-trots iniciaban los ejercicios físicos a cargo del doctor Carlos
Cáceres. Corrían cuatro kilómetros y hacían gimnasia. Luego a practicar con la
pelota momento en el cual aprovechaban además para debatir problemas del juego
y proponer soluciones. A las siete y media se bañaban. Desayunaban leche,
avena, pan, compota y vitaminas. A las ocho de la mañana se dirigían a sus
clases en la universidad.
En 1928 salieron subcampeones luego de sostener dos luchadas
finales contra el equipo favorito de entonces, alianza de lima. Y en 1929, su
esfuerzo se vio premiado ganando el campeonato de ese año. Con solo dos temporadas en
la Primera División ya contaban con un título y un subtítulo.
Las buenas actuaciones de los universitarios llevaron a Plácido y a varios de sus compañeros a ser
convocados a la Selección Nacional con la que participaron en el Sudamericano (Copa
América) de Argentina de 1929 y en el Mundial de Uruguay 1930.
Ya para los primeros años de la década del 30 tanto Galindo como Astengo y Denegri conformaban la mejor volante del campeonato peruano. La prensa y la afición los bautizaron como "La Línea de Acero". Esta famosa Línea Media marcaría toda una época en la historia del club crema.
Caricatura de Plácido Galindo aparecida en el diario La Crónica (1932). |
Los últimos partidos del “Doctor Chanca” fueron los que
jugara en la gira del llamado “Combinado del Pacífico” contra el Seleccionado
de la Costa Azul y contra la Selección de Madrid (4 y 8 de diciembre de 1933
respectivamente). Quedaría como una anécdota en su carrera futbolística el hecho
de que fuera el único caso conocido de un jugador que se expulsaba a sí mismo
de una cancha. Dicen que ocurrió en el Callao. Dicen que mientras el árbitro
aún no había pitado la falta que Galindo recogió la pelota, la puso en el lugar
de la infracción y se retiró por su cuenta a los camerinos.
Plácido Galindo junto al ídolo eterno "LOLO" FERNÁNDEZ en 1933. El Doctor Chanca llegó a jugar junto al gran Cañonero en sus últimos dos años como futbolista. |
Su etapa de futbolista había concluido pero no por eso se
desligó de su amada institución que ya para 1933 había cambiado su nombre a
Club Universitario de Deportes. Era hora del Plácido Galindo entrenador y bajo
la dirección técnica tanto suya como la de Astengo y Denegri, la “U” conseguía
su segunda estrella: la del torneo de 1934 luego de ganarle una largamente
postergada final al alianza de lima (final jugada en julio de 1935).
Más tarde cumpliría el sueño de convertirse en Presidente de la “U”. Lo fue nada más y nada menos que por cuatro periodos consecutivos: de 1954 a 1956, de 1956 a 1958, de 1958 a 1960 y de 1960 a 1963. Nueve años en total en los cuales la “U” consiguió los títulos de los años 1959 y 1960.
En su etapa como Presidente de la "U". Lo fue por nueve años: de 1954 a 1963. |
Don Plácido nos dejó físicamente el 22 de octubre de 1988. En sus últimos años de vida siempre que pudo acudía al Estadio "Lolo" Fernández a visitar a los viejos amigos, jugadores y empleados del club que tanto amó. En esos años nunca faltaron las muestras de afecto a su persona. Su legado como fundador, jugador (1 título), entrenador (1 título) y presidente (2 títulos) siempre quedará imperecedero en la historia de Universitario de Deportes.
Primero gobiernan su
medio campo. Ya dueños de ese territorio, se atreven por la zona enemiga
multiplicándose gracias a la velocidad de sus pases. Nadie brilla por su
cuenta: es un equipo. No hay cabreadores. Se quita a un adversario y envían la
bola a un compañero libre. En la línea media, Galindo transpira resolución. Se
mueve en silencio y todos lo comprenden. Están ahí para ganar, no para ser
aplaudidos. A la primera brusquedad contra cualquier universitario, Galindo
machuca al atrevido. ¡Por algo le dicen el Doctor Chanca!
Gloria a Plácido Galindo gran jugador, entrenador y presidente de la "U". Lo conocí y aprecié sus cualidades personales.
ResponderEliminarExcelente historia para quienes llevamos el apellido de uno de los más prestigiosos integrantes del club y participantes del equipo de la selección. Mi abuelo, su hermano, fue tan apasionado como él y nos inculcó de pequeñas el amor por la "U".
ResponderEliminarDesde niño mi abuelo Juan Felipe Galindo Pardo nos inculcó el cariño que le tenía al club Universitario de Deportes y la admiración que le tenía a su hermano Plácido Galindo Pardo. Tanto, que a pesar de que solo lo conocí de niño admiramé su historia y su fuerza de lucha por sacar el club Universitario adelante. El amor que tengo por el club Universitario viene de sangre y siempre he sido un apasionado del fútbol, lo práctico y hasta creo que tengo un poco de la herencia Galindo a la hora de marcar. Excelente historia y tal cual como nos la contaba mi abuelo. Lo único que no sabía era lo del apodo de Dr. Chanca, Jajajajaja, muy buen alias para alguien que sabía curar en la cancha!!!
ResponderEliminarHola Juanca, sabrás si el Sr. Carlos Galindo fundador y jugador de la época, era familia del dr. Plácido Galindo Pardo?
EliminarTambién Galindo y con orgullo por el tío abuelo
ResponderEliminarSiempre escuché la mención al Dr Plácido Galindo, una persona histórica de nuestra querida "U" y me quedo mucho más que satisfecho el haber leido esta crónica de su vida deportiva, nació para ser recordado por ser 100% crema, Dios lo tenga en el cielo Don Plácido Galindo.
ResponderEliminarQue suerte de ustedes que ha disfrutado de uno de los fundadores de nuestro amando club.
ResponderEliminar