sábado, 10 de diciembre de 2016

ORESTES JORDÁN: EL CICLÓN DE LA "U"


"Hoy tal vez en Berlín no olvidan a Jordán, un gran astro sin par" reza una linea del popular vals criollo "Chincha Cuna de Campeones" del afamado compositor peruano Eduardo Tasayco Soto y magistralmente interpretada por los inolvidables "Embajadores Criollos" refiréndose al gran ORESTES JORDÁN CÁNEPA, uno de los hijos predilectos de esa tierra bendita que tantos destacados deportistas ha brindado a la historia del deporte nacional.

Hijo de don Rómulo Jordán y de Amalita Cánepa, era Orestes el penúltimo de ocho hermanos. Nacido el 21 de noviembre de 1913, se crió en la finca que la familia poseía en la calle Los Ángeles, a solo dos cuadras de la Plaza de Armas de su tierra natal. Dio sus primeros pasos en el fútbol en las canchas de tierra de su localidad y posteriormente en el estadio del colegio Nacional Pardo. Ya desde temprana edad mostraba su carácter modesto y sencillo que tantas simpatías despertaría años más tarde en el aficionado del fútbol de élite de nuestro país.

Quiso el destino que en el año 1933 su equipo, el Atlético Chincha, enfrentara en Lima a un combinado Universitario-alianza lima que los terminó llenando de goles. Pero a pesar de eso, Jordán dejó una gratísima impresión entre los espectadores que acudieron al estadio esa tarde. Aprovechó Jordán en quedarse en la capital para probarse como aviador en la Escuela de Aeronáutica.

Pero fue casi a la par de eso que un paisano suyo, Carlos Cillóniz Oberti (quien jugando por la U había sido el máximo scorer del campeonato peruano de 1929), lo convenció para unirse a las filas del club estudiantil. La excelente ubicación como half izquierdo (volante por izquierda) que poseía Orestes, su recia contextura física y su valentía hasta la temeridad para marcar a los delanteros rivales le habían por fin valido para llegar al equipo más grande del Perú. Corrían los primeros meses del año 1934.

Sencillo y modesto en su trato con cuanta persona se encontrara siempre teniendo a flor de labios el apelativo cariñoso de "Cumpa" para dar paso franco a la amistad sincera y abierta.

Su estreno con la camiseta crema fue el 25 de marzo de ese mismo año frente a la Selección de Huacho. Fue triunfo de la U por 3 a 0. Tuvo Orestes la gran responsabilidad de reemplazar en la posición de half izquierdo a una leyenda como lo era "el Toro" Eduardo Astengo quien había decidido colgar los botines. Y cumplió con creces pues cuando se trataba de defender sus queridos colores de la U se convertía en un "Ciclón" que todo lo arrasaba.

Así fue como empezó sus partidos con el club crema, y es desde ese momento en que su ascendente carrera deportiva no se detiene. Cuanto match juegue la U, ahí debe estar Jordán. Podría decirse que jamás faltó a un solo encuentro. Y a través de las temporadas y campeonatos - hasta su retiro en 1944 - su lugar en la media cancha crema estuvo cubierto con maestría, admiración, constancia y celosa eficiencia.


Por sus grandes actuaciones en el campeonato local fue solicitado, junto a otros cracks cremas como LOLO FERNÁNDEZ, Carlos Tovar y Arturo Fernández, por el club aliancista para reforzar a su equipo que viajaría a fines de 1935 a Chile en el denominado Rodillo Negro.

En su récord figura su asistencia a las Olimpiadas de Berlín como seleccionado nacional. Su participación en los campeonatos sudamericanos de Lima 1935, Buenos Aires 1937, Santiago 1941 y Montevideo 1942. Además, fue destacado integrante del Seleccionado patrio que logró conquistar el título máximo en los Bolivarianos celebrados en Colombia en 1938 y del equipo peruano que enfrentó a Argentina en la denominada Copa Roque Sáenz Peña de 1941.

En la mítica Selección Peruana que participó en las Olimpiadas de Berlín 1936. Orestes Jordán fue titular indiscutible.

Entrenando en la Villa Olímpica de Berlín

Fiel a su club, no permitió ni intentó nunca separarse de él. A Jordán no le importaron las ofertas para cambiar de chompa. Su corazón latió solo para la U. Su entusiasmo, sus alegrías, sus penas y dolores fueron los mismos de su propia institución. El suyo es uno de esos casos que registra nuestro balompié antiguo de honradez, de desprendimiento y adhesión a sentimientos que hablan a las claras de la gran calidad de esos hombres que salieron a los campos de juego para darse íntegros sin regateos en pro de un ideal o de una insignia.

Campeón en 1941. Fue su tercer título con la U luego de los de 1934 y 1939.

Alternaba el fútbol con su trabajo en el Concejo Provincial de Lima. Luego de su retiro de las canchas continuó dentro de su amado Universitario como activo dirigente hasta que decidió regresar, junto a su familia, a Chincha para trabajar como agricultor y ganadero en el fundo de Huañupisa. Esto duró hasta que le confiscaron la hacienda producto de la Reforma Agraria.

Orestes en los últimos años de su vida.

Los últimos años de su vida los pasó al lado de su esposa Matilde Krein y de sus hijos. Nos dejó fisicamente el 4 de diciembre de 1991. Éste ejemplar futbolista chinchano fue campeón en 3 oportunidades (1934, 1939 y 1941) con la camiseta crema: la única que defendió en toda su carrera en la primera división del fútbol peruano.




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