LAS ÁGUILAS

"Toto" Terry con Gilberto Torres eran "Las Águilas".

Toda esa temporada (1948), Alberto Terry la jugó como interior. Sus cualidades y bonos subían en el mercado futbolístico local. La gente comenzó a admirarlo. Especialmente la gran hinchada crema que le puso como sobrenombre la "Saeta Rubia".

"Yo había hecho gran amistad con todos los jugadores. Pero, fue con Gilberto Torres con quien más congenié. Él también era joven y había estudiado en el colegio Salesiano y teníamos casi la misma formación".

"Al principio me sacaba pica cuando escuchaba que de las tribunas contrarias le gritaban "Bailarina Loca" en son de burla, por una película argentina que hacía poco tiempo se había estrenado en Lima. Sin embargo, a Gilberto no le afectaba mayormente ese hiriente sobrenombre.

- "No te preocupes Toto" - me decía - "eso a mí me llega...y a veces me da más ánimo para taparles la boca".

"Y tenía razón, porque con Gilberto comenzamos a hacer muchas diabluras dentro de la cancha. Cada vez que ganamos un partido o metíamos un gol, nos abrazábamos y para darnos ánimo decíamos":

- "Las Águilas" - refiriéndose a nosotros mismos - hoy han triunfado".

"En cambio en otras ocasiones las cosas nos salían "chuecas" o perdíamos el partido y nos lamentábamos diciendo":

- "Hoy las Águilas han estado con las alas rotas..."

Fuente: Toto Terry. Un Crack que hizo historia.

Autor: Javier Rojas Schreiber.

Año: 2006.